Si estás buscando una escapada que combine historia, buena comida y un entorno espectacular, Gernika es el destino perfecto incluso en invierno. Te proponemos un plan de un día en enero para sacarle el máximo partido a esta joya de Bizkaia:
Puedes empezar el día con un buen hamaiketako en alguno de los bares del casco viejo de Gernika. Un café bien cargado y un pintxo de tortilla o de bacalao te darán las energías que necesitas para empezar el día con fuerza.
Con el estómago lleno, es hora de sumergirse en la historia. La primera parada obligatoria es el famoso Árbol de Gernika, un símbolo de Bizkaia que no deja indiferente a nadie. Justo al lado, puedes visitar la Casa de Juntas, un edificio cargado de significado histórico.
Aprovecha para dar un salto al Museo de la Paz, donde podrás aprender sobre los terribles bombardeos que marcaron la historia de esta villa y que han convertido a Gernika en símbolo de la paz.
En Gernika hay una gran cantidad de cosas por explorar. Si dispones de un poco más de tiempo, te recomendamos visitar nuestro apartado dedicado a Gernika en nuestra página web, donde tendrás la oportunidad de aprender y descubrir qué otros rincones visitar en este bonito pueblo del interior de Bizkaia. En el artículo encontrarás también los bares y restaurantes de la zona.
Despúes de una mañana cultural, toca disfrutar de la gastronomía. Gernika cuenta con una amplia oferta gastronómica donde destacan los productos locales. Prueba unas alubias de Gernika, un plato caliente perfecto para entrar en calor en invierno, o una parrillada de pescado fresco en alguno de los restaurantes típicos de la zona. Si eres más de carne, no te pierdas un buen chuletón acompañado de unos ricos pimientos de la zona.
Con el estómago lleno, nada mejor que un paseo relajante para bajar la comida. Aunque el clima de enero puede ser fresco, si el tiempo acompaña puedes disfrutar de una visita al Parque de los Pueblos de Europa, un espacio verde perfecto para desconectar. Aquí encontrarás esculturas de Chillida y Moore, que dan un toque artístico al recorrido. 
Si el tiempo no acompaña, otra excelente opción es visitar el Museo Euskal Herria para seguir conociendo más sobre nuestra historia y cultura, o darte una vuelta por las tiendas de la zona y llevarte un recuerdo único de tu visita.
Es el plan perfecto para cerrar el día con broche de oro y seguir disfrutando de su ambiente especial, incluso en los días más fríos del invierno. ¡Te va a encantar!
Una experiencia completa: historia, gastronomía y cultura en un solo lugar. Sea cual sea tu plan, seguro que te llevarás recuerdos inolvidables de este rincón tan especial de Bizkaia. ¡Anímate a visitarla y cuéntanos tu experiencia!
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